Introducción a una historia contemporánea del anticlericalismo español / Julio Caro Baroja
| Signatura | Copia | Colección |
|---|---|---|
| 121/294 | 3432 | Libros modernos desde 1900 |
"El fenómeno de reciprocidad poder clerical/reacción anticlerical se viene produciendo en ámbitos territoriales muy extensos y variados desde la Antigüedad. En esta nueva obra, Julio Caro Baroja trata específicamente, del anticlericalismo - palabra moderna - como "grupo de hechos, sobre todo políticos", que han tenido lugar en España desde el Medievo hasta 1936 - pero del que no se han visto exluidos otros países de tradición católica como Francia, Italia o Austria-. Los rasgos del anticlericalismo español se expresan mediante ciertas tendencias reiterativas, con datos donde se evidencia alternativa, ya veces simultáneamente, lo violento y lo grotesco; lo cual hace concluir al autor, que si bien "la repetición de lugares comunes resulta siempre aburrida, el hecho de que los lugares comunes produzcan guerras civiles y coacciones feroces ya no es aburrido: es amedrentador y trágico"."
Bibliografía
| Localización permanente | Código de barras | Signatura | |
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| Fundación Juanelo Turriano | 3432 | 121/294 |
"El fenómeno de reciprocidad poder clerical/reacción anticlerical se viene produciendo en ámbitos territoriales muy extensos y variados desde la Antigüedad. En esta nueva obra, Julio Caro Baroja trata específicamente, del anticlericalismo - palabra moderna - como "grupo de hechos, sobre todo políticos", que han tenido lugar en España desde el Medievo hasta 1936 - pero del que no se han visto exluidos otros países de tradición católica como Francia, Italia o Austria-. Los rasgos del anticlericalismo español se expresan mediante ciertas tendencias reiterativas, con datos donde se evidencia alternativa, ya veces simultáneamente, lo violento y lo grotesco; lo cual hace concluir al autor, que si bien "la repetición de lugares comunes resulta siempre aburrida, el hecho de que los lugares comunes produzcan guerras civiles y coacciones feroces ya no es aburrido: es amedrentador y trágico"."
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