El camarín del desengaño : Juan de Espina, coleccionista y curioso del siglo XVII / Pedro Reula Baquero
| Signatura | Copia | Colección |
|---|---|---|
| 432/131 | 15971 | Libros modernos después de 1900 |
Juan de Espina Velasco (1583-1642), hidalgo madrileño y clérigo de órdenes menores, ha pasado a la historia primero como protagonista involuntario de dos comedias de magia dieciochescas del dramaturgo José de Cañizares y, ya en el siglo xx, como el enigmático y celoso poseedor de los manuscritos de Leonardo da Vinci que hoy conserva la Biblioteca Nacional de España. Su primera fama, la de nigromante, proviene de las habladurías que ya en su época se vertían acerca de las actividades lúdico-científicas que organizaba en su casa en forma de espectáculos de magia natural donde, mediante la disposición de cierta tecnología, ponía a prueba la credulidad de los asistentes. Asimismo, pretendió restablecer el perdido género enarmónico, aquel que ordenaba la escala musical de manera perfecta y matemática, y con el que se decía que los músicos antiguos obraban maravillas sobre la naturaleza y los ánimos de los hombres. Además de los códices de Leonardo, su casa albergaba una exquisita colección de libros, pinturas, piezas de orfebrería y marfil, en fin, todo lo que bajo las categorías de naturalia y artificialia cabía en lo que hoy entendemos por una cámara de las maravillas y que en España se conoció, fundamentalmente, como camarín.
Las fuentes documentales y literarias describen a Juan de Espina como un hombre polifacético en sus aficiones, extravagante por haber reunido los fatales instrumentos del ajusticiamiento de Rodrigo Calderón y loco por querer desprenderse de los tesoros que había acumulado. Una lectura a la luz de la doctrina neoestoica aporta una cierta coherencia a este tipo de personaje aparentemente contradictorio que representa Espina, la del curioso o virtuoso que buscaba la sabiduría en el conocimiento de la verdad y la virtud en el desengaño de las apariencias terrenales.
Archivos y bibliotecas
Agradecimientos
Introducción
Estado de la cuestión
Juan de Espina por Cotarelo y Mori
Antes de Cotarelo
Después de Cotarelo
Don Juan de Espina Velasco (1583-1642). Apuntes biográficos
Musaeum clausum. Las colecciones
«Abreviatura de las maravillas de Europa»
«Culto edificio»
«Orden y armonía»
El camarín, «retrete de la curiosidad»
«Ni se haga memoria por escrito». Inventario vs catálogo
«Cosas insignes, curiosas y primorosas del arte»
«Mina de perfecçiones». La colección de curiosidades
«La armería del valor»
«Ynquisidor de cosas naturales»
Naturalia
«Las maravillas de Artemia»
«Hombre de sçiencia»
El Templo de la Fama. Las colecciones artísticas
Pintura filosófica. Docta pintura
Camarín moralizado
Despojos y alhajas o Juan de Espina coleccionista de desengaños
La arqueta del desengaño. Sobre Rodrigo Calderón y los bienes que adquirió Espina
Inhibir a la Fortuna. Juan de Espina estoico
Bibliotheca abscondita. La librería
El librito de memoria
«Libros de Leonardo de Vinchi»
Musaeum clausum. Cárcel y retiro
Musaeum clausum vs Natura reclusa
«Abierta no a todos, y misteriosamente cerrada a muchos»
«Curioso (o peregrino) te desea»
«Música cabal y perfecta»
«Cien instrumentos curiosos». La colección de instrumentos
Camarín armónico
«Muñecos baylarines zarabandistas y chaconeros»
«Una fiesta peregrina». Los saraos
«Varón de todos ratos»
«Mudanças más de quinientas»
«Pandorga prodigiosa de la vida»
«Instrumentos comunes y mecánicos»
«Vida bona, vida bona, esta vieja es la chacona»
Capitanear los carros
La casa de los locos
«Pandorga eterna y títeres perdurables»
El sistro de la sacerdotisa tuerta de Isis
«La admirable lira de don Juan de Espina»
La mágica lira
La lira científica
Academia enarmónica. El círculo musical de Juan de Espina
Resucitar la música antigua
La guitarra perfecta
«Capilla impírea». Junta de músicas en San Clemente el Real de Sevilla
«Música de Dios hay en esto de un español». Enigmas y renglones
Tramoyas y tropelías o de la magia natural
Thaumaturgus acusticus
Magia phonurgica. Se oye pero no se ve
Las casas del sonido. Tropelías acústicas
De la magia natural
Thaumaturgus physicus
Tropelías físicas
Casa encantada
Las tentaciones de san Antón. Endiabladas
«Quadras, ya llenas, ya vacías». Apariciones y desapariciones
Las casas del engaño. Desengañar sabios, engañar ignorantes
La «silla grandiosa». «Sobre si puede ser o no puede ser»
Theatrum catoptricum
La «silla mundi»
Artemia vs Falsirena. Fracaso del saber
El segundo don Juan de Espina
Memoria póstuma
Las comedias de magia de José de Cañizares
Don Juan de Espina, o el horóscopo de Lope y otras secuelas
Conclusiones
Apéndices
Apéndice 1. Documentos
Apéndice 2. Referencias literarias, epistolares y periodísticas
Fuentes literarias
Bibliografía
Índice onomástico
Créditos fotográficos
| Localización permanente | Código de barras | Signatura | |
|---|---|---|---|
| Fundación Juanelo Turriano | 15971 | 432/131 |
Juan de Espina Velasco (1583-1642), hidalgo madrileño y clérigo de órdenes menores, ha pasado a la historia primero como protagonista involuntario de dos comedias de magia dieciochescas del dramaturgo José de Cañizares y, ya en el siglo xx, como el enigmático y celoso poseedor de los manuscritos de Leonardo da Vinci que hoy conserva la Biblioteca Nacional de España. Su primera fama, la de nigromante, proviene de las habladurías que ya en su época se vertían acerca de las actividades lúdico-científicas que organizaba en su casa en forma de espectáculos de magia natural donde, mediante la disposición de cierta tecnología, ponía a prueba la credulidad de los asistentes. Asimismo, pretendió restablecer el perdido género enarmónico, aquel que ordenaba la escala musical de manera perfecta y matemática, y con el que se decía que los músicos antiguos obraban maravillas sobre la naturaleza y los ánimos de los hombres. Además de los códices de Leonardo, su casa albergaba una exquisita colección de libros, pinturas, piezas de orfebrería y marfil, en fin, todo lo que bajo las categorías de naturalia y artificialia cabía en lo que hoy entendemos por una cámara de las maravillas y que en España se conoció, fundamentalmente, como camarín.
Las fuentes documentales y literarias describen a Juan de Espina como un hombre polifacético en sus aficiones, extravagante por haber reunido los fatales instrumentos del ajusticiamiento de Rodrigo Calderón y loco por querer desprenderse de los tesoros que había acumulado. Una lectura a la luz de la doctrina neoestoica aporta una cierta coherencia a este tipo de personaje aparentemente contradictorio que representa Espina, la del curioso o virtuoso que buscaba la sabiduría en el conocimiento de la verdad y la virtud en el desengaño de las apariencias terrenales.
Archivos y bibliotecas
Agradecimientos
Introducción
Estado de la cuestión
Juan de Espina por Cotarelo y Mori
Antes de Cotarelo
Después de Cotarelo
Don Juan de Espina Velasco (1583-1642). Apuntes biográficos
Musaeum clausum. Las colecciones
«Abreviatura de las maravillas de Europa»
«Culto edificio»
«Orden y armonía»
El camarín, «retrete de la curiosidad»
«Ni se haga memoria por escrito». Inventario vs catálogo
«Cosas insignes, curiosas y primorosas del arte»
«Mina de perfecçiones». La colección de curiosidades
«La armería del valor»
«Ynquisidor de cosas naturales»
Naturalia
«Las maravillas de Artemia»
«Hombre de sçiencia»
El Templo de la Fama. Las colecciones artísticas
Pintura filosófica. Docta pintura
Camarín moralizado
Despojos y alhajas o Juan de Espina coleccionista de desengaños
La arqueta del desengaño. Sobre Rodrigo Calderón y los bienes que adquirió Espina
Inhibir a la Fortuna. Juan de Espina estoico
Bibliotheca abscondita. La librería
El librito de memoria
«Libros de Leonardo de Vinchi»
Musaeum clausum. Cárcel y retiro
Musaeum clausum vs Natura reclusa
«Abierta no a todos, y misteriosamente cerrada a muchos»
«Curioso (o peregrino) te desea»
«Música cabal y perfecta»
«Cien instrumentos curiosos». La colección de instrumentos
Camarín armónico
«Muñecos baylarines zarabandistas y chaconeros»
«Una fiesta peregrina». Los saraos
«Varón de todos ratos»
«Mudanças más de quinientas»
«Pandorga prodigiosa de la vida»
«Instrumentos comunes y mecánicos»
«Vida bona, vida bona, esta vieja es la chacona»
Capitanear los carros
La casa de los locos
«Pandorga eterna y títeres perdurables»
El sistro de la sacerdotisa tuerta de Isis
«La admirable lira de don Juan de Espina»
La mágica lira
La lira científica
Academia enarmónica. El círculo musical de Juan de Espina
Resucitar la música antigua
La guitarra perfecta
«Capilla impírea». Junta de músicas en San Clemente el Real de Sevilla
«Música de Dios hay en esto de un español». Enigmas y renglones
Tramoyas y tropelías o de la magia natural
Thaumaturgus acusticus
Magia phonurgica. Se oye pero no se ve
Las casas del sonido. Tropelías acústicas
De la magia natural
Thaumaturgus physicus
Tropelías físicas
Casa encantada
Las tentaciones de san Antón. Endiabladas
«Quadras, ya llenas, ya vacías». Apariciones y desapariciones
Las casas del engaño. Desengañar sabios, engañar ignorantes
La «silla grandiosa». «Sobre si puede ser o no puede ser»
Theatrum catoptricum
La «silla mundi»
Artemia vs Falsirena. Fracaso del saber
El segundo don Juan de Espina
Memoria póstuma
Las comedias de magia de José de Cañizares
Don Juan de Espina, o el horóscopo de Lope y otras secuelas
Conclusiones
Apéndices
Apéndice 1. Documentos
Apéndice 2. Referencias literarias, epistolares y periodísticas
Fuentes literarias
Bibliografía
Índice onomástico
Créditos fotográficos
